Jaime Antillaque
Arequipa, Perú
La pintura de Jaime Antillaque explota en diversas formas de
ver el mundo como una estructura de ambos lados: interior y exterior pero con una conciencia y frialdad que detiene y nos hace reflexionar de cómo uno se acerca a la plástica en momentos actuales. Su conquista o su colonización visual, se convierte en un camino sensorial y conceptual ligado a un orden bidimensional que desborda por momentos su propio sentido, su propio juego de ubicación en el mundo donde todo empieza a connotar.
Este mundo a su vez para el artista adopta una dirección de variadas significaciones en donde se pretende abordar diversas naturalezas, tanto la del espacio natural en sus desbordantes repeticiones, como una suerte de minimalismo obsesivo que pone énfasis a un mundo trasparente frágil y frio que se va a ver poblado posteriormente construcciones de experiencias y estados con nombres o giros propios; ya no solamente como un ejercicio de teorización hacia sus sensaciones, sino como una reorganización emocional, intuitiva y apasionada de lo que vendrían a ser estos mismos significados en la complejidad de los otros lenguajes que toca.